jueves, 10 de febrero de 2011

Momento de desconectar.
La bañera se llena lentamente y el calefactor encendido. La temperatura del cuarto comienza a subir poco a poco.
El vapor empieza a aparecer por encima de la cortinilla y pongo música, una lista de reproducción para un relax total. Me quito la ropa y entro.
La primera reacción que los poros de mi cuerpo es la de un calor increíble. Poco a poco desapareces bajo el agua mezclada con la espuma.
Ya está todo listo.
Entonces te empiezas a relajar, te hundes cada vez más hasta el punto de quedar la mitad de la cabeza bajo el agua, hasta los oídos. Ahora puedes escuchar cualquier sonido, incluso el más mínimo.
Es hora entonces de olvidar todo, de no pensar en nada y desconectar con el mundo.

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