Y entonces recuerdas esas películas americanas, la típica y conocida escena de instituto.
La chica perfecta baja por las escaleras.
Está iluminada y no hay nadie alrededor.
El tiempo se para, se hace más lento. Su pelo cobra vida a cada escalón que baja. Entonces te mira.
El mundo se detiene, tú incluido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario